Aquel
sanjuanino nacido el 15 de febrero de 1811, autodidacta, Maestro de Maestros,
que llegó a ser Presidente de la República Argentina, bregó por la educación y
la creación de las Escuelas Normales en Argentina, para lograr la formación de
maestros en el país, para la educación de las generaciones contemporáneas y
futuras.
Domingo Faustino Sarmiento, desde muy pequeño comenzó a sentir interés por aprender y por conocer el mundo en el cual vivía, para él ir a la escuela no era una obligación, sino una necesidad, porque sentía que todas las personas debían superarse y progresar a través del conocimiento. La fuente de sus conocimientos fueron los libros, los mismo que lo llevaron a formar sus propias ideas, pero su esfuerzo y dedicación lo llevaron a ocupar cargos importantes.
Su figura
de fogosa personalidad, despertó admiración, resistencia y oposición desde las
más diversas posiciones políticas en su época e incluso posteriormente.
Fue docente, periodista, militar, estadista, promotor de avances científicos, político y escritor. Como hombre de acción, soñó un rol protagónico para nuestro país en el grupo de las grandes naciones del mundo.
Creó
escuelas normales anexas a los colegios nacionales de Corrientes y de
Concepción del Uruguay. Fundó el Colegio Militar, la Escuela Naval, y escuelas
de arboricultura y agronomía en San Juan, en Mendoza, y más tarde en Tucumán y
Salta.
Estableció
la enseñanza para ciegos y sordomudos, e hizo practicar el censo escolar. Fundó
el Museo de Historia Natural, trajo a sabios como Burmeister y fundó la
Academia de Ciencias de Córdoba. Fomentó la obra edilicia de Buenos Aires y
creó el Jardín Zoológico y el Jardín Botánico.
Consideraba
que la educación era un derecho para todos. Su mayor legado ha sido su lucha
por la educación y la cultura de su pueblo. Los preceptos en favor de la
educación universal, obligatoria, gratuita y laica, que hoy marcan nuestro
modelo educativo, son de concepción pueblo. Las ideas sobre una educación que
pudiera alcanzar todos los niveles sociales y brindara una oportunidad para
todos, son ideas que hoy siguen impulsando nuestro proyecto de país.
En esta
fecha también se homenajea a todos los maestros que, como él, piensan que la
educación es fundamental y se dedican cada día a ella con todo su empeño y
cariño, para que siga habiendo muchas escuelas donde la igualdad de
posibilidades de aprendizaje sea el principal logro. Escuelas para formar personas de bien y
ciudadanos comprometidos, que amen nuestro suelo y que lo defiendan con trabajo
y esfuerzo. Una escuela donde los niños sean los privilegiados, formados en
valores, que garanticen su libertad y su independencia futura.
El mensaje de Sarmiento todavía permanece: “Educar al soberano” ¡Argentina lo merece!
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